martes, 16 de marzo de 2010

conversaciones con un abogado

Se escuchó la melodia de desierto y con clint eastwood en la cabeza, contestó su celular. Ya estaba un poco harta de explicarle una y otra vez que no sabía cuándo saldría la dichosa sucesión de herederos. Y tampoco sabía como decirle, ni quería lo presiento, que ella no pensaba vender nada.

Ella colgó y el cielo ya era oscuro por completo, el tráfico estaba en su punto máximo y yo no quería caminar. Estaba muy calmada, caminamos en busca de un taxi algunas cuadras y me confesó que se quiso suicidar muchas veces, su sentido de vida estaba perdido en algún otro universo paralelo, pero en este claramente no se encontraba. Claro, salvo por esa caminata que compartía conmigo, y la papaya que me trae todos los dias al cuarto.

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