La cicatriz aun está rosada, nadie sabe si algún dia desenrrojecerá. Mientras, ella esculpe vasijas donde guarda su soledad hasta el dia en que se encuentre ella misma. Pretende ir a su ritmo, sin presiones, ni demoras. Y sonrió, por ella, por mi, y por todas las que ven esa cicatriz siempre en un futuro roja, porque no saben (y yo tampoco) que eventualmente una costra la cubrirá y la sanará.
miércoles, 8 de abril de 2009
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